Cuidados de personas mayores: ¿qué está pasando en Chile?

Chile es uno de los países de Latinoamérica con mayor tasa de envejecimiento poblacional. A esto se suma un aumento en la esperanza de vida de 83 años para las mujeres y 77 años para los hombres.

Aunque sabemos que el 86% de la población mayor de 60 años no tiene ningún nivel de dependencia, existe un 14% de población mayor que sí se encuentra en algún nivel de dependencia, poniéndose en evidencia la necesidad de los cuidados.

¿Qué significa cuidar?

El cuidado es un apoyo diario y en muchos casos permanente para la realización de actividades cotidianas. Implica el establecimiento de una relación de ayuda con otro.  Y puede vivirse como una actividad que genera gratificación pero también que resulta altamente agoviante para quién ejerce ese rol.

Perfil del cuidador

  • 80% son integrantes de las mismas familias
  • 72% son mujeres (Feminización del cuidado)
  • 10% recibe remuneración económica
  • 44% son hijas, 23% son cónyuges
  • 28% son hombres
  • 47,3% de los cuidados son desempeñados por otra persona mayor (persona mayor cuidando a otra persona mayor)
  • 43% de los cuidadores presenta problemas de salud mental

¿Qué es la sobrecarga del cuidador?

Este término hace referencia a las consecuencias psicológicas, físicas, sociales, económicas y familiares que implica cuidar de otro en situación de dependencia.

Un cuidador con un alto nivel de sobrecarga puede experimentar distintos estresores y síntomas como ansiedad, depresión, intensos sentimientos de culpa, aumento en el consumo de psicotrópicos, dolores corporales, alteraciones gástricas, deterioro general de su salud, aislamiento social, disminución en la vida social y tiempo de ocio, retiro anticipado de su trabajo, conflictos familiares y /o de pareja, distanciamientos de familiares, problemas económicos, entre otros.

¿Te has sentido así? ¿ Te identificas con alguno de esos estresores?

Vemos cómo se va perfilando un rol de cuidador con alto nivel de demanda y sobrecarga y quién descuida su salud física, emocional y sus espacios de esparcimiento. Ante este escenario se hace necesario pensar en la importancia del apoyo psicológico para los cuidadores.

Te damos algunas ideas para apoyar o aproximarse a una persona que se dedica a los cuidados de una persona mayor:

  • Dar espacios para que el cuidador se exprese con confianza
  • Escucha sin juzgar
  • Considera la historia vincular que existe entre el cuidador y la persona que es cuidada, ya que eso nos ayudara mucho a comprender ese modo particular de cuidar.
  • Reconoce el rol que desempeña el cuidador y la enorme tarea cotidiana que realiza
  • Valida sus emociones
  • Ayúdale a detectar factores de riesgo de sobrecarga y si es necesario apóyalo para que busque ayude profesional.

Contenido elaborado por profesionales de Espacio Reconto

Perla Maldonado y Andrea Valenzuela

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En Espacio Reconto podemos ayudarte en el proceso que estas viviendo cuidando a tu familiar mayor.

21 de septiembre Día Internacional de la Paz y Día Mundial del Alzheimer


“Hay que haber empezado a perder la Memoria, aunque sea sólo a retazos, para darse cuenta de que esta memoria es lo que constituye toda nuestra vida”.

La anterior, es una frase del cineasta español Luis Buñuel y fue inspirada en su madre, quien fue perdiendo lentamente su memoria, proceso vivenciado por Luis y por su familia, ante el cual señaló una vez “llegó a no reconocer ni a sus hijos, a no saber quiénes éramos, ni quién era ella”.

En este día doblemente importante queremos reflexionar sobre las pérdidas de memoria y si lo vinculamos a la búsqueda incesante de la Paz, consideramos que ella no es posible si olvidamos crímenes de leshumanidad y vulneraciones de derechos que han vivido tantos grupos históricamente vulnerados como son niños, niñas y adolescentes, migrantes, mujeres, integrantes del grupo LGTBIQ+, así como las personas mayores. No se logra la Paz si no se favorece la equidad y justicia social.

En este espacio de reflexión, nos centraremos en cómo afecta la pérdida de memoria a nivel individual y cómo se puede favorecer o no un mejor estado de bienestar psicológico.

¿Por qué es importante preguntarnos qué nos pasa cuando tenemos olvidos?

La pérdida de memoria casi total, como se vivencia en el alzheimer en sus últimas fases y que fue experimentada por la madre y familia del cineasta español Luis Buñuel, es una realidad de una parte de la población. En el mundo, el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años viven con demencia, esto es aproximadamente 55 millones de personas y se espera que al 2050 aumente a 139 millones de personas en el mundo (OMS, 2021), a pesar de esto solo ¼ de los países cuenta con una política, estrategia o plan nacional de apoyo a las personas con demencia y sus familias (OMS, 2021). Pero como se lee, no es más del 10% de la población mayor, por tanto, no toda pérdida de memoria significa que tenemos alzheimer, pero sí es importante estar alertas.

La mayoría de las personas presentan cambios y pérdidas de memoria durante la vida, todos y todas hemos olvidado un número de teléfono, el nombre de una persona o donde hemos dejado las llaves. Pero, es durante el proceso de envejecimiento que los cambios de nuestra memoria, se pueden ver y experimentar de forma más notoria. Frente a estos cambios mnésicos (de la memoria), se producen diversas formas de afrontamiento por parte de la persona que los vivencia. Desde 1994 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer establecieron el 21 de septiembre como Día Mundial del Alzheimer, mediante el cual se busca difundir información sobre esta condición, con el fin de generar mayor conocimiento sobre la misma, concientizar a la población, de quienes posiblemente piensan que pueden presentarla y de sus familias. Hoy 21 de septiembre, día mundial del alzheimer, los invito a reflexionar sobre esos primeros cambios y pérdidas de la memoria y su forma de afrontamiento. 

¿Qué es la memoria y por qué se ve afectada?

Uno de los cambios que se suscitan durante toda la vida, pero sobre todo durante el proceso de envejecimiento son los cambios cognitivos, es decir, aquellos “procesos mentales que nos permiten elaborar la información que recibimos del entorno y utilizarla para dar respuesta a nuestras necesidades” (Villar & Triadó, 2007). Dentro de los procesos cognitivos se encuentra la memoria, que está compuesta por subsistemas complejos, diferentes y relacionados entre sí, los que tienen como función recibir, recoger, almacenar y recuperar información (Belloch & Paredes, s/f. En Buendía, 1994). Frente a las fallas de memoria tenemos que diferenciar: 

* Las pérdidas de memoria habituales y que son necesarias, pues no podemos almacenar y recordar cada palabra y segundo de nuestras vidas. El olvido y la represión también son necesarios en ciertos momentos.

* El deterioro cognitivo leve o actualmente llamado trastorno neurocognitivo menor, alude a las pérdidas de memoria y de otras funciones cognitivas, que no implican un cambio en nuestras actividades cotidianas, pero sí preocupan a la persona o su entorno.

* El trastorno neurocognitivo mayor, que se refiere a la demencia como lo es el alzheimer, implica el declive importante en el desempeño en uno o más dominios cognitivos, incluye la preocupación propia o de otros respecto a ese estado. Dichos déficit interfieren en nuestras actividades de la vida diaria y se requiere asistencia para realizarlas. Dicho declive, se puede verificar con pruebas neuropsicológicas. Por último, estos declives no deben estar relacionados con estados anímicos como depresión o duelo, ni delirium.

No sólo los cambios estructurales y funcionales del cerebro pueden afectar la memoria, sino también los cambios en nuestra vida y rutina, como ocurre al jubilarnos, donde cambia nuestros horarios, actividades e interacciones. También ocurren cambios en nuestra memoria y funciones cognitivas, cuando tenemos una disminución de estimulación cognitiva al tener menos exigencias del medio, como ha pasado por ejemplo, durante la pandemia y cuarentenas, a partir de las cuales ha cambiado nuestra vida, los días parecen todos iguales, no hay diferencias claras entre días de semana y los de descanso, los niños, niñas y adolescentes dejaron de asistir presencialmente a la escuela, al igual que muchos y muchas trabajadores estuvieron o están en home office, además, muchas personas que ya presentaban deterioro cognitivo leve o demencia dejaron de asistir a sus tratamientos porque se interrumpieron, lo que aumentó la desorientación e incrementó el avance del deterioro cognitivo. La pérdida de hábitos, como la lectura y la escritura, las actualizaciones de las nuevas tecnologías y la dificultad de adaptarnos a ellas, así como la falta de apoyo, también inhiben u obstaculizan la ejercitación de nuestra memoria y otras funciones cognitivas. 

Por lo tanto, no cualquier pérdida de memoria significa que tenemos demencia como lo es el alzheimer. Pero, si es importante que pidamos una valoración de nuestra memoria, cuando las fallas se hacen más frecuentes, así cuando nos damos cuenta que nosotros/as o nuestro familiar necesita pedir ayuda en actividades o rutinas que antes las realizamos solos o solas.

Los estados subjetivos como el estrés, la ansiedad, los duelos y la depresión son factores que también dificultan el funcionamiento de nuestra memoria y de nuestro estado anímico general.. Junto a esto, se agrega el nivel de autoexigencia y los significados que le atribuimos a los fallos de memoria, lo que también pueden afectar el funcionamiento, sea a la hora almacenar o recuperar la información (Instituto de Salud Pública de Madrid s/f). Esto último, se da por ejemplo, cuando somos muy críticos con nosotros mismos y nos irritamos al olvidarnos de algún detalle o nos culpabilizamos. 

¿Cómo afectan las pérdidas de memoria a la persona?

Independientemente del nivel de deterioro o su causa, se observa que la pérdida de memoria es una de las quejas subjetivas mas frecuente en las personas mayores (Jódar, 1994. En Fernández-Ballesteros, 2004; Montejo, et. al., 2011) y constituyen uno de los motivos de consulta más comunes en los servicios de salud (Menéndez, et. al, 2005; Bermejo, 1999. En Lozoya, et. al, 2012). La sensación de pérdida de memoria, es importante para la persona y su entorno, porque afecta nuestra autoestima, el desempeño e independencia ante las diversas actividades cotidianas esenciales para la vida, como el autocuidado, la toma de decisiones, la comunicación, relaciones sociales, en general, la relación que tenemos, tanto con nuestro mundo interno como externo.

Cuando nos damos cuenta que nos está fallando la memoria, reaccionamos de diversas maneras y ahí se pone en juego nuestras experiencias de vida, el apoyo o no de nuestro entorno y nuestra personalidad.

Por ejemplo, en personas de rasgos obsesivos puede que sea difícil de asumir esas fallas y se torne un desafío, en el cual estén por ejemplo, contando la cantidad de veces que han olvidado algo durante el día o los segundos que demora en recordar alguna palabra o situación. En personas con rasgos melancólicos o estén cruzando un duelo o una depresión, las pérdidas de memoria son comunes e incluso esperables, pero también puede ser que dichas fallas de memoria, le afecten más aún su estado de ánimo. En otras personas que tal vez, son más impulsivas o impacientes, puede que se irriten y tiendan a decir muchas palabras o dar muchas ideas intentando recuperar la información que no encuentran. Personas de rasgos más dependientes, puede que tiendan a requerir mucho más de los demás y se vuelvan más demandantes al presentar olvidos. Por otra parte, nuestro entorno es clave a la hora de tener mayor confianza o no frente a estos fallos de memoria, por ejemplo, familiares o amistades que increpan, se burlan o son muy exigentes o no desafían a la persona a intentar reforzar su memoria, pueden inhibir o incluso favorecer estados anímicos desfavorables en quien presenta dichas quejas de memoria.

Por lo tanto, la percepción de las fallas de memoria es altamente relevante en la vida de las personas. Los olvidos no sólo afectan el cotidiano, sino también la relación con los otros y consigo mismos. Independientemente del nivel de deterioro cognitivo que tenga la persona, la percepción de que la memoria está fallando ya es un elemento a tener en consideración y puede ser de gran utilidad tanto para la persona como para quienes la rodean. 

Uno de los puntos más relevantes de las pérdidas de memoria, es tener la conciencia de que se pueden estar evaporando nuestros recuerdos, es decir, somos conscientes de que nuestra identidad puede quebrajarse, sin embargo, incluso en casos más avanzados de demencia, siempre quedan huellas de quienes somos y quienes fuimos, nuestra identidad se puede quebrar, pero no desaparece.

Conoce Espacio Reconto

Si piensas que tu o algún familiar o persona cercana pueda estar presentando alguna de las situaciones comentadas en este artículo, te invitamos a conversar y veamos en conjunto si dicha situación puede requerir una evaluación o ser parte de algunos de los programas o servicios que ofrecemos en Espacio Reconto. Si tienes dudas o necesitas orientación puedes solicitar una breve asesoría de 10 minutos sin costo, haz click aquí.

Además, te invitamos a nuestro Taller Activando la Memoria a través del ejercicio Teatral, realizado por la actriz Ximena Luz Morgado.

Destinado a: mujeres mayores de 18 años, de Chile y México, se invita a mujeres de diferentes generaciones de una familia, abuelas, hijas, nietas, bisnietas (sobre 18 años). Abierto a personas con diversos tipos de funcionalidad, lo importante es que pueda comprender y comunicarse sin dificultad.
Objetivo: estimular y ejercitar las habilidades comunicativas naturales de las personas a través de técnicas teatrales que trabajan con la memoria, emociones, sentidos y cuerpo sentidos y el cuerpo.

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Referencias del artículo

Belloch & Paredes, s/f. En Buendía, J. (1994). Envejecimiento y psicología de la salud, Madrid, España: Siglo Veintiuno Editores.

Instituto de Salud Pública de Madrid (s/f). La memoria programa de estimulación y mantenimiento cognitivo. Madrid, España: Nueva Imprenta.

Jodar (1994). En Fernández-Ballesteros, R. (2004). Gerontología social. Madrid, España: Pirámide.

Menéndez, M., García, C., Antón, C., Catayud, M, González, S., Blázquez, B. (2005). En Lozoya-Delgado, P., Ruiz-Sánchez de León, J., Pedrero-Pérez, E. (2012). Validación de un cuestionario de quejas cognitivas para adultos jóvenes: relación entre las quejas subjetivas de memoria, la sintomatología prefrontal y el estrés percibido. Revista Neurología, 54(3), 137-150.

Montejo, P., Montenegro, M., Sueiro-Abad, M., Fernández-Blázquez, M. (2011). Cuestionario de fallos de memoria de la vida cotidiana: datos normativos para mayores. Psicogeriatría, 3(4), 167-171.

OMS. (2021). El mundo no está abordando el reto de la demencia. Extráido de https://www.who.int/es/news/item/02-09-2021-world-failing-to-address-dementia-challenge

Villar, F. & Triadó, C. (2007). Psicología de la vejez, Madrid, España: Alianza Editorial.

Este artículo fue escrito por Patricia Pinto Aguilar.

Fundadora y Directora de Espacio Reconto

21 de septiembre 2021

Seminario web OISS-CIAPAT: Apoyo tecnológico en el alzheimer. Oct 2020

En este Seminario de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social OISS estuve representando al Centro de Estudios de Vejez y Envejecimiento de la Universidad Católica de Chile CEVE UC.

El seminario fue instalado y moderado por la vicesecretaria general de la OISS, Ana Mohedano Escobar. Contó con la participación de panelistas como, María Jimena Garriga Zucal, Terapeuta Ocupacional del Centro universitaria de rehabilitación y atención integral de personas con dependencia CURAI – UBA (Argentina); Luiz Carlos Soares de Carvalho Junior, Docente Adjunto da Universidade Federal do Recôncavo da Bahia Campus Feira de Santana (UFRB-CETENS) (Brasil); Patricia Pinto Aguilar, Colaboradora del Centro UC de Estudios de Vejez y Envejecimiento CEVE UC. (Chile) y Andrés Camilo Cárdenas Espita, Director del Centro Iberoamericano de Autonomía Personal y Apoyos Tecnológicos – CIAPAT Colombia.

Fue un espacio de diálogo y reflexión sobre las diferentes técnicas, estrategias y programas dirigidos a personas con demencia y sus familiares que se están realizando en Argentina, Brasil, Colombia y Chile.

En esta ponencia pude exponer sobre los antecedentes, avances y desafíos en torno a las demencias en Chile, difundir el trabajo que ha realizado el Centro Iberamericano de Autonomía Personal y apoyos tecnológicos CIAPAT Chile, así como reflexionar sobre las escasas actividades y programas de apoyo tecnológico e innovadores, dirigidos a personas con demencias y sus familias y que se han realizado en nuestro país.

Ejemplos de estas esperiencias se pueden encontrar en programa piloto de mascotas virtuales en residencias de larga estadía de Fundación AMANOZ y en un programa público de la Municipalidad de la Pintana, donde instalaron una Sala Snowden, salas de estimulación multisensorial, en este caso se ofrece una intervención multidisciplinar gratuita dirigida a vecinos de la comuna y que presenten un alto grado de dependencia o a sus cuidadores/as.

Finalmente, expuse algunas de las experiencias de centros especializados en personas con demencia y sus familias, que producto de la pandemia se han visto en la obligación de virtualizar y digitalizar su intervención y acompañamiento. Entre estos programas se encuentran el Centro Diruno Kintun y la Coorporación Alzhéimer Chile.

Para ver la grabación del Seminario, haz click aquí

Proyecto Canoterapia en Residencia. Autora ps. Patricia Pinto, kines. Paula Avila y Felipe Andrade

El proyecto piloto de #Canoterapia lo presentamos junto a Fundación Tregua al Crowdfunding de Doning

Este proyecto surge como idea a partir de mi experiencia en la pasantía en la residencia Gran Gracia de Barcelona, en la que pude conocer la intervención de Canoterapia en residentes con deterioro cognitivo. Ya en Chile y trabajando en la residencia, junto a mis amigos Felipe y Paula, kinesiólogos de este centro, diseñamos el proyecto piloto de Canoterapia destinado a residentes que presentaban deterioro cognitivo moderado y severo. Posterior a 8 sesiones de terapia asistida con perros y con actividades de rehabilitación física y cognitiva, realizada por la dupla kine-psicóloga + perro de terapia, se concluyó que ésta intervención disminuye la intensidad y/o frecuencia de los síntomas psicológicos y conductuales asociados a la demencia/deterioro cognitivo, además de favorecer una dinámica basada en el buen trato, colaboración y promover el vínculo y emociones positivas.

Te invito a leer algunos detalles nuestro proyecto. Si quieres más información comunícate conmigo.

Antecedentes

La terapia asistida con animales (TAA) y la educación asistida con animales, consiste en las intervenciones en las que el animal es incorporado como parte integral del tratamiento con el objetivo directo de promover la mejoría de las funciones físicas, psicosociales y cognitivas de las personas tratadas (Abellan, 2008).

 Las TAA en personas mayores con demencia

IAA en personas mayores que viven con demencia deben ser desde la atención centrada en la persona, respetado creencias, hábitos y preferencias, facilitando el mayor confort y previniendo así los posibles síntomas psicológicos y conductuales (SPCD). Entre los SPCD están: delirios, alucinaciones, irritabilidad, agresividad, movimientos repetitivos, alteración del sueño, euforia, ansiedad, depresión, apatía, desinhibición, alteración en el peso e ingesta.

Beneficios de la Intervención Asistida con Perros (IAP) en personas con demencia

En general, los estudios muestran que la IAP puede influir positivamente en los comportamientos sociales y reducir los comportamientos agitados en personas que viven con demencia. A continuación, se presentan agrupados en cuatro ámbitos principales.

  • Relaciones interpersonales y aspectos sociales
  • Síntomas Psicológicos y conductuales en la demencia (SPCD)
  • Fisiología y funcionalidad
  • Aspectos socio emocionales de personas que viven con demencia y/o equipos de salud

Los beneficios mencionados anteriormente se logran debido a que la TAA permite entrenar, favorecer y desarrollar habilidades cognitivas y funcionales (Nordgren L., Engström G., 2014), como por ejemplo:

  • Memoria, enfoque y concentración
  • Comunicación y lenguaje, capacidad para resolver problemas.
  • Mayor bienestar y autoestima, compromiso social
  • Equilibrio y fuerza muscular
  • Las habilidades motoras finas
  • Capacidad de agarre y precisión de movimiento.

Nuestro proyecto generó una gran expectativa en la residencia y a nivel de la fundación, por lo que postulamos a fondos y presentamos el proyecto en el Congreso de Geriatría del año 2019. Lamentablemente no logramos adjudicarnos los fondos y no pudimos darle continuidad a la iniciativa, pero, ¡fue una gran experiencia para todas y todos!

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