
Hoy 10 de octubre, día mundial de la Salud Mental, me parece justo y necesario recordar al grande anitpoeta chileno @parra_nicanor.
Nicanor con este potente poema nos invita, según mi opinión, a desestigmatizar la locura, a naturalizarla y a verla como una forma de vida. Son tantas, sino todas las veces, quienes no padecen alguna patología o sufrimiento mental hacen daño a otros y al mundo, sin embrago, poco se les enjuicia, pero quienes sí la vivencian, tienden por su forma de ser, relacionarse consigo mismos y con el mundo suelen ser excluidxs, de la sociedad, de los pensamientos y pasan a ser invisibles, para tantxs, y también para el ámbito sociosanitario.
Según la OMS @who, a pesar de que cerca de 1000 millones de personas viven con un trastorno de salud mental, está área es una de las más desatendidas de la salud pública.
En los países de ingresos bajos y medios, más del 75% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias no reciben ningún tratamiento.
La estigmatización, la discriminación, el carácter punitivo de la legislación y las violaciones de los derechos humanos siguen siendo generalizados.
Aunque poco se hable de esto, 3 millones de personas mueren cada año por el consumo nocivo de alcohol y una persona se suicida cada 40 segundos.
Y ahora, miles de millones de personas de todo el mundo se han vistoafectadas por la pandemia de COVID-19, que está teniendo repercusiones adicionales en la salud mental de las personas.
Con la experiencia adquirida en emergencias pasadas, se espera que las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de salud mental aumentarán considerablemente en los próximos meses y años.
Invertir en los programas de salud mental en el ámbito nacional e internacional, infrafinanciados desde hace años, es ahora más importante que nunca.
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